jueves, 28 de agosto de 2014

Real Madrid Sociedad Anónima

Soy del Real Madrid y lo he sido y seguiré siendo siempre, pero cuando veo los acontecimientos de las últimas semanas, me empiezo a plantear cosas. El club de mi vida, ese con el que he sufrido pero también he gozado, hace cosas que realmente se me escapan. Aunque quizás no las haga el club, si no quien lo dirige.
Porque esa persona que lo dirige, según las cuentas de resultados de sus empresas es un excelente gestor que ha trasladado parte de su éxito al Real Madrid. El problema es que el Real Madrid no es una empresa y aunque sea de sus socios, implica ciertos valores que durante años los aficionados intentamos representar.
Son esos mismos valores que gente como Xabi Alonso, Diego López o Ángel Di María han intentando encarnar en mayor o menor medida. Son valores de entrega y sacrificio, valores de buscar la victoria sin humillar al rival, son el orgullo pero sin altanería, en definitiva, son valores que implican poder presumir de coraje y señorío pero sin convertirse en los únicos portadores de ello.
El problema es cuando el club se ha convertido en una sólo una empresa más, una empresa donde lo importante es sobre todo cuadrar las cuentas y donde es preciso lucir mejor sobre el papel de los ingresos y gastos que en las vitrinas de trofeos. Donde realmente debe estar un club de fútbol.
Un club que viene de hacer una de las mejores temporadas de su historia, con una plantilla que ha permitido ganar Champions y Copa y quedar terceros en Liga, pero sin embargo, parece que estos motivos no son suficientes a la hora de dar continuidad a un proyecto y por eso es necesario dar amable puerta a algunos jugadores.
Podemos hablar de Di María, al que ahora se califica de pesetero pero con el que todos nos levantamos en el minuto 110 de la final de Lisboa, un jugador que ha sabido representar los valores del madridismo pero que ha salido por la puerta de atrás, eso sí, cerrando la salida con muchos billetes.
Se puede hablar de la actitud resignada de Diego López, un jugador que se ha encontrado en medio de una polémica que el no creó y a lo único que este jugador se ha dedicado ha sido a hacer su trabajo lo mejor posible, si eso es un delito en el Real Madrid, que venga Dios y lo vea.
Pero podemos hablar de Xabi Alonso, parece que se va, unos meses después de renovarle por dos años resulta que tras la llegada de SÓLO UN JUGADOR en el mediocampo (Toni Kroos) Alonso va a ver reducidos sus minutos de manera que la mejor solución es que deje el equipo, y como somos muy majos y gentiles, por los servicios prestados, no pondremos trabas a la marcha.
¿Realmente se tiene que ir? ¿No ha sido Alonso, uno de los líderes de este equipo, santo y seña de este Real Madrid que ha aunado modernidad y tradición, uno de los jugadores que más calado tienen entre la afición?. Todo esto parece que no sirve, cuatro días antes del cierre del mercado de fichajes Alonso se va, rumbo al Bayern (para más inri), parece que no caben todos, parece que en el Real Madrid no hay sitio de sobra para gente que represente el madridismo.
Y todo esto hablando desde el plano sentimental, el que me importa, porque el Real Madrid no es un negocio donde lo relevante está más en los balances económicos, si no lo que se consigue en lo deportivo. En ese ámbito deportivo que un año más vemos como a pesar de tener una plantilla completa, por unas cosas o por otras, empezamos a dejar caer piezas fundamentales del esquema.
Otro año más...Lo que nos diferenciaba era el trato, era la representatividad, valores que Alonso ha representado como nadie, y ahora, sin más, le damos la mano, las gracias por los servicios prestados y adiós muy buenas.
Esto no es el Real Madrid señores.

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