sábado, 8 de junio de 2013

El Pulso de Valdés

Hoy, tras leer el artículo de Marcos López (@futbolitis_aco) sobre Víctor Valdés El futuro de Víctor Valdés. han vuelto a surgir las dudas en torno a un culebrón muy mal gestionado por ambas partes y en las que el principal perjudicado va a ser, como de costumbre, el futbolista.

Valdés soltó en enero pequeñas pinceladas sobre su futuro como las declaraciones sobre otras culturas futbolísticas. Valdés: "No descarto ver otras culturas y otros tipos de fútbol"

A partir de ese momento las alarmas se encendieron en Can Barça, Zubizarreta y Tito salieron al paso, ambos sosteniendo que hablaría con Valdés, al que consideran obviamente uno de los suyos, un gran portero y con el que querían prolongar la relación contractual. Sería impensable que un idilio como el de Víctor y el Barça fuera a pique y que todo se resolvería con unos meros trámites económicos. Aquí es donde el club empieza a perder el pulso, creyendo que todo tiene solución y donde no les cabe duda de la renovación del portero de Hospitalet.

Hasta que se produce el divorcio, los agentes de Valdés remiten un comunicado a EFE donde afirman la decisión irrevocable de no renovación. Los agentes de Valdés comunican al Barcelona que no renovará su contrato.

Aquí es donde todo el club se vuelca en la decisión de Valdés, de respetarlo y como símbolo que es del barcelonismo, admitir el hecho de su marcha. Con ello además se provocó las declaraciones de Zubi y de Vilanova reconociendo que se equivocaban al dar por hecha la renovación, y eso en el Barça creó un cisma. Hasta el momento nadie tan relevante como Valdés había propuesto un tema tan espinoso (algo en lo que está en su derecho) de no renovar y sin atender a ninguna cuestión económica. Valdés comienza a ser claro vencedor del pulso.

Y es que en Can Barça no se está en los últimos tiempos acostumbrado a desplantes o que exista la humana posibilidad de que un futbolista no quiera prologar su contrato, habituados a un estado de placidez donde los futbolistas pelean por entrar y se resisten a salir, Valdés suponía un problema, que a día de hoy continua suponiéndolo.

Porque aunque parezca que el club es el responsable integral de esta situación no cabe duda de que está propiciada por una decisión del portero (legítima donde las haya) pero donde la institución no ha entendido en ningún momento que una referencia del barcelonismo moderno, titular, de la casa y profesional cualificado donde los haya quiera marcharse.

Esto al club le molesta porque crea un debate que en enero no existía, la vida transcurría feliz, líderes, vivos en todas las competiciones y de repente, la primera piedra en el camino. El culebrón de Valdés se extiende, crea duda, y por tanto adelanta una necesidad, la de fichar a un portero de garantías a muy corto plazo ( Valdés ya tiene 32 años, pronto que tarde la decisión debería ser tomada) y crea una duda aún más grande, ¿Por qué alguien querría irse del Barça y más alguien de este tamaño?

El club no permite errores y no es amigo de disidencias, y la de Valdés, lo es. En esta parte de la historia es donde Víctor tiene el pulso más que ganado, los compañeros lo respetan, la afición lo asume y la directiva  traga, a duras penas pero traga. Pero el orgullo y las formas vuelven a dejar en evidencia a la directiva, Valdés reconoce que quiere jugar su último año en el Barça y se niega a salir este verano, lo que declaró en una rueda de prensa desde el Camp Nou a la que asistieron además Xavi, Puyol y los representantes de Víctor, pero ni rastro de Rossell, Freixa, Zubizarreta...

La última prueba que necesitaba Valdés para ganar el pulso. La ausencia de presencia institucional en esa rueda de prensa resta valor a sus formas, olvidándose de cubrir las espaldas del portero en ese momento y demostrando verdaderamente estar a su lado. El mismo lado del que se ha dejado a Valdés al especular con la posibilidad de un traspaso, porque el Barcelona tampoco olvida que esto es un negocio (algo que tampoco olvida Valdés) y que si no sale este año, se irá gratis el año que viene.

Porque la segunda parte del Pulso de Valdés implica gastos, algo que Rossell está intentando controlar al máximo cuando de repente se encuentra con la pérdida de un activo del equipo muy valorado en el mercado que no va  a reportar beneficios en el club más allá de los deportivos (que debieran ser los importantes).

Para el tercer pulso debemos esperar porque es el deportivo pero Valdés tiene ventaja, de momento sigue siendo el portero titular del Barcelona, no tiene competencia y la temporada no ha empezado pero el carrusel de nombres para sustituirle crece con los días y en el ambiente flota la hipótesis del sucesor.

Y es que estas son muchas dudas de cara a la temporada que viene y no convienen en Can Barça ¿quien será el sucesor?, ¿jugará Valdés?, ¿dónde se irá? o ¿cuánto costará sustituirle?. Demasiados frentes abiertos para una posición y un tema tan delicado, pero por el momento, Valdés ha ganado con suficiencia el pulso.

Enlaces
El futuro de Víctor Valdés Marca
Rueda de Prensa de Valdés. 31-05-13
Mi ciclo aquí acaba en 2014. Marca
Rosell sobre Valdés: "Creo que se replanteará su decisión tras hablar con Tito" Mundo Deportivo
"Entono el 'mea culpa' en la renovación de Valdés" Europa Press

2 comentarios:

  1. muy buen texto, felicidades

    yo soy culé y siempre he sido pro-Valdés, pero a veces parece que a los otros culés no se les puede satisfacer con nada, si se va Valdés lo notaremos para mal

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    1. Se agradece, de veras.

      El dilema de Valdés está en lo que no se conoce y en que no se debiera desprestigiar al portero que ha estado en la década más exitosa del club aunque no se comparta la forma en la que sale.

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