miércoles, 11 de junio de 2014

Bowe Bergdahl y los malos tiempos para la lírica.

         El Sargento Bowe Bergdahl es el personaje del momento en Estados Unidos, su rescate a cambio de cinco prisioneros talibanes de Guantánamo ha suscitado dudas tanto dentro del país como dentro del propio ejército donde algunas voces incluso de su propio regimiento sostienen que Bergdahl se pasó voluntariamente al bando talibán y que las infructuosas operaciones de rescate llevadas a cabo para traerle de vuelta costaron la vida a seis hombres.

El enigma del soldado Bergdahl. El País. 9/06/14

         Y es que Bergdahl, después de cinco años cautivo en cuevas afganas, incluyendo períodos encerrado en una jaula de metal por sus intentos de fuga no se ha convertido automáticamente en un héroe ni en un ejemplo para muchos norteamericanos que lo consideran un desertor.

                                                  Bergdahl antes de capturado en 2009.


Afortunadamente para Bergdahl al menos por el momento no es consciente del debate que suscita en su país, aislado y protegido en su recuperación en una base alemana. Bergdahl vive ajeno a los ríos de tinta que se vierten a diario en EE.UU y que hoy, tras la publicación de un diario personal suyo en el Washington Post ha cobrado aún más fuerza.


         Este diario incluye su  infructuoso paso previo por la el cuerpo de Guardacostas de donde fue rechazado por su no deseable" equilibrio mental, algo que en 2008 no importaría tanto ya que el ejército de EE.UU no tuvo problemas en preparar a Bergdahl para participar en Afganistán.

         Ahora Bergdahl ya se encuentra en "casa", distante a la realidad que le contemplará en Estados Unidos, inmerso en la polémica de sus acciones y su modo de vida, una realidad que en cualquier otra circunstancia sería un motivo de júbilo en Estados Unidos, nada menos que la liberación de uno de sus hombres. Un joven que lucha por la libertad y la justicia en todo el mundo, pero Bergdahl parece ser distinto para una parte de la opinión pública estadounidense. Tanto es así que el Secretario de Defensa, Chuck Hagel se ve forzado a reconocer como parte del "negocio sucio de la guerra"


         Y es que quizás, para una sociedad en la que los soldados dan todo por la patria, se convierten en héroes y nunca dan síntomas de fragilidad o desesperación, ni en su estancia en la guerra, ni después, y mucho menos antes de entrar en el ejército. El caso de Bergdahl, un hombre más amante de la lectura que de las armas, un aficionado al ballet y a las librerías antes que a los bares durante sus permisos militares. Más proclive a escribir de soledad y frustración que de alegría por el combate y por luchar por América no es del todo bien visto.

        Bowe Bergdahl was ashamed of be an american. Youtube   03/06/14
                              

         Estados Unidos en su concepción y en su cine se empeña en mostrar héroes bélicos inmaculados, sin miedo a la muerte o al enemigo, con su cabeza perfectamente amueblada, conscientes de luchar por su país y entregar hasta la última gota de su sangre por sus compatriotas, un hombre directo que no duda, quizás por eso, Bergdahl no sea ese héroe que Estados Unidos quiere.

Bring Our Son Home. Time. 28/05/12

         Quizás también sea porque Estados Unidos no quiere más escritores soldados. El ejército tampoco se puede permitir en sus filas hombres que piensen en lo absurdo de la guerra y en la soledad que les provoca. Como para que encima se permitan escribir sobre ello. Una parte de esta población sigue pensando en el soldado como un hombre heroico e impasible ante nada ni nadie y no en un ser frágil o atribulado que dude.

         Por ello no son buenos tiempos para que Bergdahl escriba, la literatura en el ejército está bien cuando habla de gestas y de batallas gloriosas, no de derrotas y desesperación. Estados Unidos no quiere más gente como Stephen Crane, Dalton Trumbo o Ernest Hemingway. Estados Unidos no quiere que sus soldados se integren en corrientes de pensamiento antibelicistas y se vean reflejados en El rojo emblema del valor, Johnny cogió su fusil o Adiós a las armas.


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